Los pueblos y su valor cultural.


El DRAE, en una de las acepciones, define la palabra Cultura como un “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.” Y de esa definición deriva lo que nosotros defendemos: La cultura popular de nuestros pueblos.
En este tiempo en que la supervivencia de los pueblos es un tema del día a día y que poco a poco aparecen las voces de los que claman, de esa llamada “España vaciada”; aparece uno de los peligros derivados de todo eso, que no es ni nada más ni nada menos que la desaparición de la cultura.
Cada pueblo, cada lugar, por muy remoto que sea, se diferencia de los demás por sus costumbres, tradiciones, sus modos de recibir los buenos y malos momentos… Por tanto, cada muerte de un pueblo desencadena la muerte de un rasgo definitorio de los que vivieron en él. Su pérdida de identidad.
En Pobladura de Aliste, un invierno de 1999, comenzamos a luchar por definir nuestra identidad cultural, y la mejor manera de hacerlo fue dándola a conocer al mundo. Poco a poco desde nuestro pueblo, ampliando a dar a conocer la Comarca Alistana, y la Provincia de Zamora.
Pero nunca olvidando nuestras raíces: los trajes, las costumbres festivas religiosas y profanas, los oficios…
Son 20 años de trabajo por la vida de nuestra identidad cultural; la herencia recibida que durante años nos legaron padres y abuelos, y que hace que nos diferencie del resto del mundo.
En 20 años, que las danzas de Aliste han salido de la mano de nuestro grupo de baile por toda la península, llevando nuestra tierra por dónde vayamos. En los que la mascarada de Pobladura, “La Obisparra”, ha recorrido kilómetros y kilómetros definiendo uno de los ritos más antiguos y significativos de nuestros orígenes. Y los oficios, oficios que han fotografiado, grabado y presenciado gentes de muchos lugares.
Poco a poco, y con el paso de los años, nos abrimos a las redes, algo muy importante ahora, y una de las maneras de conseguir llegar más lejos, todo lo lejos que no podíamos llegar físicamente y con el poco apoyo que recibimos.
Son 20 años de trabajo por y para Aliste, para devolver todo lo que Aliste nos ha dado, y lo que nos seguirá dando.
Aires de Aliste seguirá luchando por todo esto, pero una de las mejores maneras es pedir a todos los que os estáis alejando de vuestra identidad, que volváis a ella.
Sentíos orgullosos de ser de un pueblo, de contar sus costumbres, sus vivencias, y lo más importante, empaparse de ellas, para que, al igual que nos las legaron, podamos legarlas, y una vez más luchar contra el oscuro silencio de una vida donde hemos perdido el origen.

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